El chico de tapa, otra vez entre nosotros

La mejor versión de Fito Páez acaba de pasar por el Pepsi Music 2008. Esta vez, para la alegría de sus fans, el rosarino se rodeó de una banda sutil y repleta de buen gusto. Junto a ella, repasaron algunos de sus clásicos más fervientes, citaron a grandes bandas y hasta se animaron con nuevas versiones de antiguas canciones.

De buen ánimo, Fito demostró que aún tiene ganas de jugar con la distorsión, los riff aceitados y las melodías desbordantes. Una lista acorde con la ocasión y algunos pasajes intensos hicieron de esta presentación, un momento único e irrepetible. Claro, un cover – Heartbreak de Zeppelin, un invitado – Fernando Ruiz Díaz de Catupecu – y doce canciones armaron un círculo vicioso, aditivo y bastante particular.

Más allá de eso, la banda demostró que posee una ductilidad asombrosa. Puede pasar de la furia de Ciudad de pobres corazones a la dulzura con la que debe sonar 11 y 6 rápidamente y sin dejar rastros. Aprovechando tamaña posibilidad, Páez fue y vino todo el tiempo. Sin que nadie lo notara, viajó de una punta, Polaroid de Locura Ordinaria a Tráfico por Katmandú, la otra.

Por si hacía falta, Dar es dar y A Rodar mi vidad, del gran El amor después del amor, confirmaron que las melodías pegadizas siempre fueron el fuerte del cantante. El tiempo se quemó y sólo hubo tiempo para agradecer y abrazarse sobre la pasarela.

Fito Páez está otra vez en casa, amigos. Su presentación enmudeció cualquier crítica injustificada y fomentó su costado más contestatario. Gracias a ello, sus seguidores disfrutaron de una presentación repleta de hits y grandes melodías.

Aquí las Fotos, de lo que nos dejo el Día 5
de este Pepsi Music 2008: