“
Esta es nuestra despedida, al menos por un tiempo”, sentenció Vicentico en una de las pocas y breves palabras que dijo durante el show, en el que
Los Fabuloss Cadillacs se despacharon con una lista de temas a puro
hit, propicia para la ocasión festivalera y prescindiendo de lados b, como sí habían hecho durante el
Satánico Pop Tour.
Aún continuaban los merecidos aplausos para
Gogol Bordello, cuando en el escenario de enfrente Flavio Cianciarulo, guitarra en mano, saludaba y presentaba “
Cerebros”, tema con el que abrió el set Misterio, la banda que integra junto a
Nico Valle (
también en Motorama en el contrabajo) y su hijo
Astor,
un preadolescente que le pega a la batería como un condenado.
“
Big Papu”, de los Kahunas y “
Sam” de Motorama oficiaron de guitarristas invitados en un par de temas cada uno, en un set que osciló entre el
rockabilly surfer y el
punk. Así pasaron entre otras, “
Los ojos del mal” y “
La medium”. Aunque el momento cumbre del corto e intenso set fue sobre el fina, con “
Bailando sobre tu tumba” y el cover de “
Brand new Cadillac”.
Luego llegó el momento de la transición y presentar a padre e hijo,
Vicentico y
Florián Fernández, para acompañar a Flavio y Astor en la versión de “
Guns of Brixton” de los
Clash.
Tras cambiar los instrumentos, Vicentico tomó la guitarra y Cianciarulo el bajo, sólo ellos dos anticiparon el inicio del show de Los Fabulosos Cadillacs con la cálida “Basta de llamarme así”.
Ahora sí, los nueve Fabulosos sobre el escenario, preparados para desatar una andanada de clásicos bien festivos para el deleite del público. Como no ocurió en las jornadas anteriores, los horarios de los shows vienen bastante demorados, por lo que el Club Ciudad, colmado, esperando la presencia de
Calle 13 y
Catupecu, pudo disfrutar de una detonada versión de “
Mi novia se cayó en un pozo ciego”,
con un Sergio Rotman incendiado agitando a las masas, la explosiva “
Mal bicho” y todo el mundo a bailar con “
Demasiada presión”.
El final del set, que constó de 10 canciones, fue bien arriba con “
Carnaval toda la vida”, “
Matador” y “El
Satánico Dr. Cadillac”.
De esta manera, tras una extensa gira y el lanzamiento de dos disco (
La luz del ritmo y El arte de la elegancia de LFC), se despidió -
una vez más- de los escenarios de Capital, aunque esta vez parece ser muy distinto al parate de hace diez años.
Se despidieron los Cadillacs, pero con un aire de hasta pronto, más que un adiós definitivos.