A pesar de haber visto varios shows de
Los Piojos en los últimos tiempos, uno no deja de sorprenderse con lo que generan en la gente. Esa locura, la energía que despierta en un público fiel y muy seguidor, capaz de hacer cualquier cosa por estar en un ritual, sea este en
Córdoba,
Buenos Aires o en cualquier otro lado.
Sin fisuras, en donde todo está probado y por demás estudiado. Ningún detalle está librado al azar, los solos, arreglos, esas zapadas que mezclan el
rock con el
funk, hasta me animaría a decir que muchos de los movimientos del
frontman sobre el escenario, están ensayados.
Y encima, eso no le hace perder espontaneidad. Porque también pueden salirse del libreto e improvisar sobre la marcha. Desde el escenario secundario, se escuchó en un silencio algo de lo que estaba haciendo Resistencia Suburbana, entonces,
Ciro habló con
Chuky y
Micky y rápidamente arrancaron con una versión
reggae de Ruleta, que a partir de la tercer estrofa recobró su ritmo natural. O como al final del show, después de hacer la clásica lectura de banderas y viendo que la gente no se movía de sus lugares, les fegalaron un tema más, que no estaba en la lista de temas original:
Zapatos de Gamuza Azul.
La puesta en escena es también otro de los puntos destacados. Como ocurrió también en el
Cosquín del año pasado, presentaron una escenografía totalmente diferente a la del resto de las bandas, muy similar a la que venían utilizando en las diversas presentaciones de Civilización. En la que por ejemplo, se lo puede ver a
Ciro apareciendo sobre las pantallas de
LED simulando estar sobre un edificio, a la hora de cantar
Angelito.
Mencionado
Andrés Ciro, no podemos dejar de destacar su labor como
frontman, si bien no es ninguna novedad esta, se lo pudo ver en mejor forma física, estuvo muy activo y hasta se animó a bajarse del escenario y cantar junto a la gente
El Farolito, otra interesante rareza que comenzó en formato blusero. Sólo por ponernos puntillosos y extremadamente exigentes, recalcar algún
pifie, como fue el comienzo de
Cruel y alguno que otro menor, pero insisto, sólo para marcar alguna manchita.
Si bien es cierto que aún falta una fecha para que termine el festival,
Los Piojos, sin dudas le pusieron el broche de oro a un fin de semana de
mucho rock. Con un show de más de dos horas y ante un campo repleto, expusieron sus pergaminos y confirmaron su vigencia y porque son considerados una de las mejores bandas actuales del rock argentino. Y que dicho sea de paso, estarán cerrando la
fecha 3 del
Quilmes Rock '09.