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enero 08, 2010

El amor en los tiempos de la muerte

¿Qué queda en nosotros cuando un ídolo muere?

Krishnamurti, un gran sabio indio, decía que para una persona que está libre del anhelo, no existe la muerte, no hay comienzo ni final.

Hoy, millones de personas en toda Latinoamérica han sido tocados por la desaparición física de Sandro. Hoy no estamos libres de anhelo y en consecuencia tampoco de la muerte; porque hoy sentimos el dolor de perder a alguien que le puso voz, música y palabras a nuestros sentimientos.
Es muy duro perder a alguien que uno considera parte de si mismo, de su historia, de sus dolores y de su alegría. Hoy todos estamos muriendo un poco, nos sentimos vulnerables ante la muerte de alguien que, si bien no conocimos personalmente, supo ser compañero de nuestra vida.

Mas allá de sus logros personales como cantante, mito, símbolo sexual y ser humano; Sandro nos hace reflexionar sobre lo imprescindible de nuestros artistas y el valor que solo otorgamos cuando la ausencia total llega. Ver Nota...


Es que los seres humanos somos así, solo valoramos aquello que ya no tenemos.
Extrañaremos esa voz potente, clara y sensual que curaba heridas, llevaba consuelo, producía sentimientos, nos conectaba con nosotros mismos. Los cantantes son grandes sanadores de nuestras penas, por eso no esta bueno que la muerte arruine una presencia tan benefactora para toda la sociedad.

Es casi imposible para nuestras mentes entender que alguien que nos ha dado tanto, sea también susceptible a la muerte. Los ídolos merecen la eternidad. Eso es algo que deberíamos reclamarle a Dios, a la gran energía, o a quien quiera que organice este devenir que llamamos “vida”.

No es justo. No es justo que la parca se lleve a quienes tanto han hecho por nosotros.
¿A quién tenemos que pedirle que esto deje de suceder? ¿A quién hacerle un piquete, una manifestación una protesta para que se haga una excepción con nuestros artistas?

Solo nos queda el amor que Sandro puso en todas sus obras y el amor que le tenemos por haberlas hecho a nuestra imagen y semejanza, que no es poco, pero que trae escaso consuelo.

Texto: Daisy May Queen

5 comentarios:

Harry dijo...

buenisimo el fragmento... felicitaciones Guzmán aguante SANDRO CARAJOOOOOO

Anónimo dijo...

otro grande q parte... junto a MICHAEL, PAVAROTTI, la negra SOSA, el Bocha SOKOL, el zambo CAVERO y tantos otros, que nos regalaron toda su vida...... descanzen en paz y pronto todos nos volveremos a ver.... =(

Anónimo dijo...

otro grande q parte... junto a MICHAEL, PAVAROTTI, la negra SOSA, el Bocha SOKOL, el zambo CAVERO y tantos otros, que nos regalaron toda su vida...... descanzen en paz y pronto todos nos volveremos a ver.... =(


Carlos Ibana Aguirre
La Plata - Argentina

Anónimo dijo...

Morir para vivir

Pero el amor no tiene muerte
el arte es una de las expansiones maximas del A(sin)MOR(muerte)

Anónimo dijo...

SANDRO CARAJOOO!!!